El gobernador Eduardo Verano De la Rosa, y los productores agrícolas del sur del Atlántico, expresaron la necesidad de entregar el manejo de los distritos de riego de esta subregión del departamento a operadores especializados.

La normatividad actual no permite concesionar estas estructuras, que están en manos del gobierno nacional, por lo que se requiere que una ley viabilice la aplicación de este tipo de medidas.

Ante esto, Verano planteó promover la aprobación de un proyecto de ley por medio del  “fast track” (vía rápida que reduce el número de debates en el Congreso para la aprobación de leyes y reformas constitucionales).

“Lo que planteamos es avanzar en la iniciativa de entregar los distritos de riego a empresas especializadas, no solamente para su manejo y operación, sino también en la parte de promoción de negocios agrícolas lo que nos garantizará mayor equidad y reducción de pobreza”, manifestó.

Los pequeños y medianos empresarios del agro que asistieron al encuentro coincidieron en que esta alternativa es la más conveniente.

El Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y la Agencia de Desarrollo Rural (ADR), asignaron recursos por el orden de los $10 mil millones para rehabilitar los distritos de Repelón y Santa Lucía, de los cuales, $6 mil millones son para mejorar el sistema y $4 mil millones destinados a gastos de funcionamiento.

La Gobernación aplicarña un plan de choque que, prevé que la inversión se hará principalmente en el punto de las bombas con la finalidad de ponerlas en óptimas condiciones para garantizar el riego a los cultivos.

El sistema de riego de Santa Lucía está dividido en tres bloques cuya área de influencia es de 2.400 hectáreas para el bloque uno; de 2.500 hectáreas para el bloque dos y 1.200 para el bloque tres, en los municipios de Suan y Santa Lucía.

En Repelón, el distrito de riego, cubre un área de 4.200 hectáreas, de las cuales, 3.750 están habilitadas para riego y drenaje. El sistema utiliza como fuente de suministro de agua del Embalse del Guájaro mediante un canal de aducción, desde allí, se bombea el agua hacia las dársenas superior e inferior, y de éstas hacia los canales de riego.  El sistema comprende 1.250 hectáreas por aspersión y 2.500 por gravedad.